JUEGOS EDUCATIVOS A PARTIR DE 6 MESES.

TÚ TIRAS, YO RECOJO.

A partir de 6-8 meses:
Material: Cualquier objeto al alcance del niño.
Participantes: Un niño y un adulto.
Dónde: En casa, el aula o al aire libre.

Alrededor de los 6 u 8 meses, el niño empieza a descubrir que sus acciones “influyen” en el mundo, lo que coincide con la etapa en la que tira al suelo todos los objetos que le pasan por las manos. Por lo tanto, para realizar este juego, no hace falta “buscar la ocasión”. Sólo hay que agacharse a recoger el sonajero, la cucharita o el muñeco tirados por el niño, y devolvérselos. Con toda probabilidad, el pequeño volverá a lanzar el objeto, por el puro placer de ver la “respuesta” de la mamá, que establece, así una comunicación con él. En este juego, es muy importante saber cuándo hay que parar (por ejemplo, en cuanto la atención del pequeño empiece a dirigirse a otro objeto), con el fin de evitar que esta acción adopte un carácter esteriotipado, y ya no intencionado ni creativo. El objetivo de este juego es descubrir la posibilidad, a través de las propias acciones, de estimular la reacción de otras personas. Recibir una confirmación importante de sí mismo, gracias a la presencia de un adulto que responde a las demandas.

¡MUY BIEN HECHO!
A partir de 12-18 meses.
Material: Los objetos cotidianos del niño.
Participantes: Un niño y un adulto.
Dónde: En casa, el aula o al aire libre.

Es una variante del juego anterior. A partir de los 12 meses, aproximadamente, el niño aprende cada vez mejor a dirigir sus propias acciones. Por lo tanto, no se limitará a dejar caer los objetos, esperando a que alguien se los devuelva, sino que será él mismo quien se los ofrezca al adulto con el que está jugando. Cuando esto ocurre, es preciso reforzar su comportamiento, sonriendo, aplaudiendo y diciendo: ¡Bravo!. Esta modalidad de respuesta debe repetirse cada vez que el niño logra realizar un pequeño progreso: por ejemplo, comer solo, alcanzar el objetivo de un juego, etc…El objetivo de este juego es reforzar de forma positiva los comportamientos funcionales del niño, es decir, aquellos que no son mecánicos, sino que están encaminados a obtener un resultado concreto.

Os incluyo un álbum de fotos de niños jugando:

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